Mi vida no es interesante, ¿o sí?

Dentro de unos años leeré esto y me reiré de mi misma.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Vuelta a la desconfianza

Es triste, pero cada día que pasa, veo que todo se deshace... Si, se deshace. Creí que después de este verano, todo estaba bien en lo que a amistades y estudios se refiere.

En los estudios sí que me siento cómoda y valorada, pero en lo otro... diría yo que no...

Este pasado verano creí reunir a un grupo de amigos que serían, cuando menos duradero. Craso error. Hay gente que sí me demuestra día a día que están ahí en las buenas y en las no tan buenas, pero también la hay que cada momento que pasa se aleja más y más de mí. Entiendo perfectamente que no es lo mismo estar de vacaciones y tener libre todo el tiempo del mundo, pero creo yo que siempre se pueden sacar unos minutos para hablar con la gente. No es por darme aires de superioridad, pero de todo el grupo, soy yo la que se encuentra en un curso superior, y técnicamente, la que más ocupada debería de estar.

Observo que en cuanto la gente se va del pueblo, cambia demasiado, y con ella, sus prioridades. Hablo en general, porque hay amigos y amigas que no han dejado de serlo por mucho que hayan comenzado las clases. Puede que no hablemos todos los días, pero seguimos en contacto.

En cuanto a mi persona, se encuentra en una encrucijada de la que no sé si podré salir tan rápido como pretendía. ¿Os acordáis de T.? Pues no contento con haberme dado de lado, según informaciones que me han llegado (no fiables del todo), me hace a mi culpable de que nuestra relación haya cambiado. He de reconocer que no es igual que antes de que yo decidiera cortar por lo sano, pero no me veo yo como la razón de que esto sea así. Lo sigo tratando como antes: lo saludo, hablo con él cuando coincidimos conectados y no he dejado de bromear con él. Además, yo le había dejado bien claro que nuestra buena relación no tenía por qué cambiar lo más mínimo (algo que veo que él no acabó de entender en su momento). Lo noto muy raro. Se pasa los sábados medio escondido, nos habla en contadas ocasiones y, lo peor de todo, ha empezado a beber sin control.

Aunque ahora mismo ya ni me plantee nada serio con él, me duele verlo así. Es más, me siento impotente ante tal situación porque, por un lado, quiero aconsejarlo, pero por otro, si lo aconsejo, él puede pensar lo que no es.

Relacionado con T. y mis "supuestas amistades" se encuentra otra persona (llamémosla S.) que parece haberse marcado como objetivo fastidiarme mi alegría. Aprovecha que su novio es familiar de T. y dice hablar con él con mucha frecuencia. En una de estas supuestas conversaciones, él (supuestamente, valga la redundancia) le comentó que yo había hecho algo no del todo correcto que le había sentado mal. Le pregunté de todas las maneras habidas y por haber qué era lo que no le había gustado, pero ella, prefiriendo que yo me enfadara a que fuese él quien hiciese lo propio, no quiso decírmelo.

Este pasado sábado, yo pretendía tener una conversación privada con ambos, pero debido a que él no salió, no pude tenerla. Sinceramente, necesito tenerla para saber qué está pasando a mis espaldas, porque no hay cosa que más odie, que ocurran cosas relacionadas conmigo de las que no me entero, con el agravante de que puede que todo esto sea solamente una invención del cerebro de S. y que T. no le haya dicho nada de nada.

Espero y deseo que este sábado se produzca mi ansiada conversación a 3 bandas para poder aclarar ideas.

Saludos!!

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