Sábado 26 de marzo de 2011, uno de los mejores días y noches de mi vida.
Todo empezó a las 5 de la tarde. Soy aficionada a mi equipo de fútbol de tercera regional (lo sé, non es que estén muy bien posicionados que digamos.... pero este año ascendemos fijo!). Uno de los jugadores de este equipo es L. (creo haberlo mencionado en otras entradas, por lo menos en la presentación), aunque lleva unos cuantos partidos sin jugar por molestias en la espalda (lo años... jajaja). Bueno, a lo importante. Me encanta ver a este chico, aunque no sea jugando, y esa tarde LO VI! Parece que no, pero él se fija cuando estoy allí.
Después de casi 2 horas mirándolo a él en vez de al partido, me fui a casa, pensando en que esa noche no lo vería, porque llevaba varios fines de semana sin salir; y digo "llevaba" porque esa noche salió.
Como sé de sobra por qué sitios se mueve, fui a echar un ojo... y BINGO allí estaba, haciendo levantamiento de vaso en barra fija junto con algunos de sus compañeros de equipo. Sé de sobra que se pasa tiempo y tiempo observándome, y aún no sé la razón de que no se acerque a hablarme...
Después de unas cuantas horas de dar vueltas por la zona de copas, me encontré con él y uno de sus mejores amigos (que "estudió" conmigo un año en el instituto) y entablamos conversación. Al rato, decidieron ir a tomar algo y me invitaron a ir con ellos. Ni me lo pensé. Acepté encantada. Estando en el local tomando algo, noté que poco a poco se acercaba a mí, e incluso apostaría la cabeza a que en el momento que fue a hablar con el chico que se suponía no iba a llevar a casa, le dijo que no iba con él, porque según volvió a mi lado, me dijo que si lo podía llevar yo a casa y se acercó otra vez al otro chico.... Sospechoso, ¿verdad?
Después de ir a tomar otra y otra copa a otros locales (conste que yo bebía aguas y más aguas) nos fuimos, y en después de hablar de mis gustos futbolísticos, los primos que teníamos cada uno, lo que le encanta la canción de "Mr Saxobeat" (o "Mr Sexybeat", como dijo él) y de que la gente fijo que hablaría de que nos marchamos juntos, me dijo que tenía ganas de estar un rato a solas conmigo, si me apetecía ir a un piso que tiene en un sitio unos kilómetros después de su casa. Por segunda vez en la noche, acepté sin miramientos, y fue la mejor decisión que pude tomar.
Llegamos al piso, y en escasos minutos... uuuuuuuf! No os cuento los detalles, porque prefiero guardármelos para mí. Sólo os digo que espero repetir y tener muchas más noches así, divertidas y especiales!
Saludos y hasta otra!!!!
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