Lo se... Lo se... Debería de haber visto venir esta situación, pero como no soy una bruja ni una máquina que predice el futuro, no lo hice.
Siempre fui consciente de que la diferencia de edad entre L. y yo era bastante considerable (11 años), pero nunca pensé que eso sería tan importante para él.
Otro detalle que nunca pensé que fuera real es su... su... ¿timidez? Aún estando borracho, no es capaz de plantarse ante mí y decirme lo que me quiere decir; tiene que recurrir a amigos en común para que lo hagan por él (que triste..).
Luego de haber leído estas palabras, ya os imaginareis que las cosas no van bien con él. Después de noches y noches de observarme sin decirme ni palabra, este sábado lo hizo: pidió a un amigo que tenemos en común que me avisara de que quería hablar conmigo.
Hablamos, sí, pero prefería no haberlo hecho...
Sus palabras eran confusas, porque mientras que me decía que yo le encanto, me apuntaba que era mejor que me buscara un chico de una edad más acorde con la mía, y que se había sentido mal durante toda la semana porque el martes apenas le había hablado.

Si alguien de los que leeis este blog entiende lo que le pasa, que me comente esta entrada, porque sería bueno leer opiniones imparciales.

Yo creo que lo que le ocurre se llama miedo; miedo a lo que dirán los demás.

Esto es todo por ahora. Os seguiré informando de los acontecimientos futuros.

Saludos!!!